¿Cual es la posición del anarquismo frente a la revolución cubana?

Cuba Anarquista

Nosotros apoyamos el fenómeno revolucionario cubano en cuanto este significa un esfuerzo popular por resolver los grandes problemas del país y liquidar seculares privilegios y abusos irritantes e injustos. Nos oponemos resueltamente a que las fuerzas reaccionarias que hoy combaten el castro comunismo, simplemente porque añoran el retorno a un pasado de corrupción y de vergüenza, recapturen el poder político. Luchamos contra la dictadura totalitaria castro comunista, porque ésta significa el estrangulamiento de la revolución cubana, sometiendo al pueblo a la opresión y explotación de una nueva clase gobernante, tan mala y tan nociva como la anterior, que ha colocado al país al servicio del imperialismo chino-soviético(en su tiempo), bajo el pretexto de liberarlo del vasallaje a que estaba sometido respecto del imperialismo norteamericano. Tratamos, por todos los medios a nuestro alcance, que el pueblo cubano recupere su libertad de acción, para proseguir la transformación revolucionaria de acuerdo con sus propios intereses y su propia idiosincrasia, concertando su acción con los demás pueblos de Latinoamérica, sus aliados naturales, que también luchan contra los regímenes feudales y capitalistas que los explotan y los oprimen inmisericordemente. Queremos una Cuba que organice su vida social con la más amplia justicia económica y la más completa libertad política, pues nosotros, por encima de todo, somos socialistas y libertarios. Esa preocupación lógica del movimiento libertario internacional, consistente en definir la lucha contra el régimen castro comunista sin hacerle el juego a las fuerzas negras de la reacción, es también nuestra preocupación. La historia cubana ha sido la historia de la humanidad en búsqueda del camino hacia la libertad. Al igual que en Colombia, la historia dela independencia no es una fecha si no un proceso de larga duración, diría Fernan Brudel. Este breve texto no plantea ser una verdad objetiva o un acto de propaganda política, aunque el hecho de escribir sobre los procesos de Cuba sea a favor o en contra de la revolución es un acto político y el acto político más temible es aquel que pretende ser neutral. Parafraseando a Foucault:“El poder que no se ve es el más fuerte”. Este texto sólo pretende darnos una corta respuesta a la pregunta: ¿Qué posición tomamos los anarquistas frente a la cuestión cubana?, esta respuesta no debe ser tomada como una visión general de la masa de anarquistas unidos, organizaciones o colectividades cenetistas, si no es algo más subjetivo desde nuestra propia posición comunista libertaria.

Entre 1895 y 1898 se comienza a gestar la segunda campaña de Cuba Libre esta vez encabezada por Jose Martí en búsqueda de la libertad del pueblo cubano enjaulada en las rejas de la corona española a finales del siglo XIX, los dominios de la tierra cubana prácticamente eran en su mayoría de los inmigrantes españoles los cuales desde 1790, la tasa demográfica había aumentado principalmente por comerciantes extranjeros que llegaron al territorio haciendo del control de la tierra comercio no exportable y sistemas de crédito empírico que los enriquecieron y posteriormente llevarían al pueblo cubano a desarrollar una serie de procesos independentistas inacabados. “Desde 1790 hasta 1898 la fuente principal del crecimiento poblacional fueron los inmigrantes […] Después de 1860 toda la parte rural de la Habana adquirió crecimiento y poderío comercial local. Ello se produjo por la formación de una clase de agricultores independientes en pequeña escala que se dedicaban a cultivos comerciales no exportables y además por la ausencia de organizaciones de crédito, esto trajo poderío económico en los mercaderes […] durante la crisis de 1880 a 1886, los comerciantes obtuvieron ganancias excepcionales y controlaron gran parte de la producción zonal” (García & Ángulo.2006. p202) Estados Unidos anteriormente había intentado comprar Cuba a los españoles como proyecto desarrollista de su economía extractivista y colonial en el cual destacaron las “Repúblicas Bananeras”, el control de las aguas, y el comercio; así de la misma forma que estos “Apoyaron” la independencia de Panamá y su separación de Colombia en aras del poderío naval y comercial al hacerse del Canal inacabado tras varios incumplimientos de los franceses al naciente estado colombiano. Los españoles al no querer dar el apretón de manos al Tío Sam, los estadounidenses movilizan en 1898 el acorazado USS Mine el cual voló en mil pedazos el 15 de febrero de 1898 en un posible auto atentado al cual no dudaron en acusar a España; aunque nunca se encontraron pruebas. De esta manera EE. UU. entra a la guerra Hispano-Cubana la cual al terminar impone un tratado al gobierno cubano en 1903 la concesión del territorio de Guantánamo para establecer una base militar, mismo año en que Panamá se separa de Colombia e impone un tratado de concesión del canal por 100 años al gobierno y, pone en frente al presidente Tomás Estrada Palma en 1906 tras que se reconociera a Cuba como “Estado Libre”.

La Revolución Rusa de 1917 a 1923 acompañadas de lo que fue La Gran Guerra dejo a Rusia fuera del negocio de la azúcar a base de la remolacha, lugar que entraría a suplir Cuba, quien no solo exportaría azúcar sino también tabaco para las tropas que se encontraban en disputa con Europa y medio Oriente tras el asesinato del Archiduque Frans Ferdinand, lo cual trajo una bonanza económica a Cuba pero, serios conflictos de corrupción. En 1933 tras la caída de Wall Street, Summer Wellsvisita Cuba y revive el acuerdo Platt, un acuerdo impuesto por Estados Unidos en la constitución cubana en donde éste puede mantener a Cuba militarmente ocupada, haciendo renunciar al presidente Machado y poniendo a Carlos de Céspedes, quien es derrocado por la Revuelta de los Sargentos dirigida por Fulgencio Batista, poniendo enfrente al profesor Ramón Grau San Martín, quien no es reconocido por EE. UU. y es derrocado por Batista quien en 1934 comienza a ser la cabeza detrás del poder de una serie de presidentes que ponía y quitaba a su gusto hasta 1940 donde este asumió la presidencia y fue 1944 en donde Grau recuperó el poder tras las elecciones y Batista dio un golpe militar asentándose de nuevo al poder. Si es cierto que Batista fue el primer presidente “Antifascista” que prohibió la constitución de partidos en pro de “razas” y determinismos geográficos, este fue un lacayo de Estados Unidos y las mafias estadounidenses que buscaban quebrantar la “Prohibición” entre 1920 y 1933, pero siguieron presentes en la isla después de estas fechas durante la dictadura de Batista.

“La dictadura de Batista fue derrocada en enero de 1959 por las tropas guerrilleras de Castro, en marzo el Consejo Nacional de Seguridad (CNS) contemplaba maneras de propiciar un cambio de régimen, en mayo la CIA empezaba a armar guerrillas en Cuba” (Chomsky.2003.p117), Aquí en este punto comienza la instauración del modelo socialista en Cuba, y a pesar de su régimen autoritario y anti estatista, Cuba no es libre, por primera vez, es soberana, y es aquí donde mediante propaganda militar; al estilo de Vietnam, en donde el estadounidense común cree que EE. UU. ganó la Guerra se crean mitos como la victoria estadounidense en Bahía Cochinos la cual fue una derrota humillante para EE. UU. y sus tropas de mercenarios. Tras la caída de la Unión Soviética, en 1992 se instaura un bloqueo económico “Embargo” sobre la isla que se fortaleció, embargo aplicado al gobierno de Castro desde los 60 como contramedida a la expropiación de empresas de ciudadanos estadounidenses, cuestión que no vemos mal, apoyamos los procesos de expropiación de las riquezas de la burguesía como medio revolucionario en el cual el pueblo se hace con los medios de producción como solución a la cuestión de distribución equitativa de la riqueza producida por el trabajo de las y los obreros, “¡a la expropiación! Esto es un chiste de mal gusto lo que necesitamos no es poner un montón de abrigos para distribuirlo después y eso que los que tiran al frío aún encontraría en ello alguna ventaja, […] lo que necesitamos es organizarnos, de tal forma que cada ser humano al venir al mundo pueda estar seguro de aprender un trabajo productivo a acostumbrarse a él y poder ocuparse en ese trabajo sin pedir permiso al propietario y al patrón sin pagar algo a los acaparadores de la tierra y de las máquinas” (Kropótkin.1892.p35) De esta forma como anarquistas reafirmamos nuestro desprecio a la propiedad privada, y no faltará aquel que dice: “Estás escribiendo esto desde un PC o un Phone” las cuales son falacias en las que no tienen como atacar un argumento con base en la propiedad como base del trabajo.

Las y los obreros quienes son los únicos que pueden incorporar valor a un objeto por medio del trabajo mismo y la concepción de capital que se diferencia del ahorro y el capital está propiamente ligado a los medios de producción y no al celular o PC desde donde escribimos esto, no queremos tus zapatillas Gucci, queremos la fábrica. “La propiedad es un Robo” decía Proudont, y un robo se adquiere con violencia; violencia como a la que fue sometida Cuba en 1492 con la llegada de Colón a sus playas pensando que había llegado a “Las Indias” robó el oro, el tabaco y el azúcar con el que amasaron la riqueza de Europa en plena crisis del mercantilismo español debido a las restricciones de rutas por parte de Inglaterra y Portugal que tenía España para viajar hacia las Indias, robó la apropiación de tierras de extranjeros españoles que con violencia entre 1760 y 1893 hicieron una fortuna a causa de la especulación, robó la utilización del autoatentado USS Maine con el cual EE. UU. le declara la guerra a España para luego, en la primera guerra mundial y guerra fría se hizo el control del mercado de azúcar sacando a Rusia de la ecuación. De hecho, con esta misma violencia se debe recuperar esta propiedad como derecho consuetudinario del pueblo y cualquier acto de bloque contra Cuba es inaudito, más aún cuando se mantiene la base militar de Guantánamo que ha funcionado durante todo este tiempo como campo de concentración para violación de DD. HH. en tierras no estadounidenses. Este bloqueo económico ha impedido comercializar, vender, importar y exportar productos y servicios a los países socios de EE. UU. y la ONU, aun así por más de 50 años Cuba se ha mantenido en pie. En plena crisis y pico de pandemia a nivel mundial valga la redundancia, EE. UU. quiere legitimar la intervención a Cuba por la “Crisis Sanitaria” y la “Alta mortalidad” de entre 50 a 60 personas al día por covid en un país de 11 millones de habitantes contra una curva de decesos de entre 600 a 500 en un país de alrededor de 50 millones de habitantes como Colombia, principal violadora de derechos humanos en la región y cuyo gobierno pide “Libertad de Expresión" en medio de casi 3 meses de protestas que han dejado más de 70 muertos a manos del estado y sus oficiales de represión, más de 100 desaparecidos que día a día aparecen muertos y descuartizados en bolsas negras flotando en los ríos. ¿Entonces las protestas desatadas en Cuba son Ilegítimas? No, claro que no lo son, todo acto de levantamiento popular es legítimo.

El problema es cuando este está patrocinado por intereses extranjeros que masifican las crisis en medios de comunicación y, no decimos que 51 muertos al día no sean graves, toda vida es valiosa, el problema radica en que Cuba ha sido de los países que mejor a controlado la pandemia y está en la fase final de su vacuna “Soberana”, la cuestión es que Estados Unidos quiere robar, saquear, hurtar a Cuba y hacerla su propiedad. ¿Entonces estamos a favor del oficialismo cubano? Nunca, los anarquistas si bien somos socialistas, somos acérrimos enemigos del estado, y como bien reza el artículo quinto de la constitución cubana “El Partido Comunista de Cuba, martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista” nos negamos a que la vida de un pueblo esté sometida a la dictadura del proletariado en las manos de un partido; al clásico estilo Leninista Trotskista que eliminó los férreos guerreros anarquistas del ejército negro ucraniano, cuyo objetivo primordial era hacerse del control total de los Soviets por medio del partido eliminando, así el objetivo real de la revolución y la asamblea; esta concepción es inherente y fatalmente falsa. La revolución sí que es un proceso violento, pero, si esta resulta solo en un cambio de dictadura a un intercambio de nombres y personalidades políticas, entonces difícilmente vale la pena. Definitivamente no vale toda la lucha y sacrificio, la enorme pérdida en vidas humanas y valor cultural que resultan de toda revolución. Si esa revolución fuese a traer alguna vez mayor bienestar social (que no ha sido el caso en Rusia), tampoco valdría el espantoso precio pagado: meras mejoras pueden ser aplicadas sin necesidad de una sangrienta revolución. No son paliativos ni reformas lo que se busca alcanzar con la revolución tal como la concibo yo” (Goldman, 1902.p2). ¿Estamos en contra? Es difícil, yo diría: “no completamente”, la constitución Cubana en su artículo tercero reza “El socialismo y el sistema político y social revolucionario establecido en esta Constitución, probado por años de heroica resistencia frente a las agresiones de todo tipo y la guerra económica de los gobiernos de la potencia imperialista más poderosa que ha existido y habiendo demostrado su capacidad de transformar el país y crear una sociedad enteramente nueva y justa, es irrevocable, y Cuba no volverá jamás al capitalismo” además, bien lo decía Kropotkin “La anarquía conduce al comunismo y el comunismo conduce a la anarquía, una y otra no son más que la tendencia predominante en las sociedades modernas por la búsqueda de la igualdad” (Kropotkin.1892.p24) y si bien nos encontramos delante de una tiranía a cargo de Miguel Días, Cuba Juró nunca volver al capitalismo. Cuba está en medio de una revolución incompleta, hay que componerla y completarla, debemos recordar con vehemencia las palabras que Bakunin recitaba: “Libertad sin socialismo es privilegio e injusticia; Socialismo sin libertades esclavitud y brutalidad”, también debemos recordar con paciencia a Buenaventura Durruti quien decía: “Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones”, y recordemos que el mundo no solo es Cuba o Colombia, sino que también se están dando procesos anarquistas sólidos como Rojava, Chiapas y los Zapatistas, CRIC entre otros. La anarquía no será posible hasta que el capitalismo caiga en EE. UU. y en cada rincón del mundo. Apoyaremos cualquier tipo de revolución e insurrección en Cuba siempre y cuando sean de carácter socialista, anticapitalista, anti-estatista y anti imperialista, de resto, ¡Yanqui Go home!

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